1.-"Satan", para nosotros, no es un dios ni tampoco un ser pensante, sino simplemente una imagen simbólica de la fuerza que controla y mantiene el equilibrio de todo el universo. Vivir como satanista quiere decir entonces, vivir según las reglas de la naturaleza, buscando satisfacción material, emocional e intelectual.
2.-Disfrutar la vida lo más intensamente posible, pero de una manera responsable. Es decir, sin olvidar las lecciones del pasado y sin dejar de considerar las consecuencias de nuestros actos.
3.-Desarrollar al máximo las habilidades personales.
4.-Tratar a las demás personas de la misma manera que ellas lo tratan a uno. En otras palabras, ser bondadoso con los que nos ayudan, pero implacable con nuestros enemigos.
5.-Toda persona debe aceptar las consecuencias de sus acciones. Sólo se debe ayudar a los que realmente lo merezcan. Los parásitos sociales deben ser abandonados a su propia suerte y los criminales deben ser castigados con la misma severidad con la que perjudicaron a sus víctimas.
6.-Respetar a los animales y matarlos sólo en casos de defensa propia o para usarlos como alimento.
7.-No hay nada sobrenatural. El universo entero consta solamente de materia y energía, pero existen fenómenos y tipos de energía que la ciencia moderna no ha podido aún explicar y que forman el fundamento de la auténtica magia satánica.
8.-Al ser el satanismo una filosofía extremadamente individualista, se deduce que un satanista debe juzgar a otras personas sólo en base a sus virtudes y defectos de carácter personales, pero nunca en base a su raza, nacionalidad, estado de salud, sexo o la religión de sus antepasados.
9.-Los satanistas respetamos las leyes de los países en que vivimos, siempre y cuando éstas no atenten contra las libertades personales, y rechazamos cualquier tipo de conducta criminal o asocial.
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